Para entender el concepto de Hipercapitalismo hemos de retroceder en el tiempo hasta la década de los 80, cuando aún quedaba algo de llamada guerra fría. En aquel momento, las dos superpotencias se repartían el planeta. Competían por imponer un sistema económico-social a través de políticas visibles y de conflictos no tan expuestos a la opinión pública. Opinaban diametralmente diferente sobre cuestiones básicas que afectaban a los ciudadanos.
Esta tensión entre ambos países; sus sistemas y modos de pensar; derivaba en una equidad que no permitía a ninguno de los aspirantes a imponer su modus vivendi al resto del planeta. Las dos visones del momento se repartían el mundo casi por igual.
Todo este equilibrio tenso se vino abajo cuando el sistema Comunista se acabó de desplomar. Era el año 1989 y se materializaba con la caída del muro de Berlín.
Fue entonces cuando el Capitalismo moderado pasó a ser su versión más agresiva. Dominado por las ansias expansionistas y desprovisto de un competidor, las concentraciones monopolistas comenzaron a emerger y a dominar el panorama económico-social a través de los medios de comunicación y las políticas económicas mundiales.
En la actualidad este llamado Hipercapitalismo ha logrado establecer un dominio casi total sobre las naciones del mundo y sus habitantes, despojándose de cualquier ética aparte de maximizar beneficios.
Esta tensión entre ambos países; sus sistemas y modos de pensar; derivaba en una equidad que no permitía a ninguno de los aspirantes a imponer su modus vivendi al resto del planeta. Las dos visones del momento se repartían el mundo casi por igual.
Todo este equilibrio tenso se vino abajo cuando el sistema Comunista se acabó de desplomar. Era el año 1989 y se materializaba con la caída del muro de Berlín.
Fue entonces cuando el Capitalismo moderado pasó a ser su versión más agresiva. Dominado por las ansias expansionistas y desprovisto de un competidor, las concentraciones monopolistas comenzaron a emerger y a dominar el panorama económico-social a través de los medios de comunicación y las políticas económicas mundiales.
En la actualidad este llamado Hipercapitalismo ha logrado establecer un dominio casi total sobre las naciones del mundo y sus habitantes, despojándose de cualquier ética aparte de maximizar beneficios.