Llevamos ya un tiempo de crisis acuciante, con posibles soluciones sólo para la banca, con reformas que van en detrimento de la sociedad, con propuestas de salvación de un sistema financiero esclavista e injusto… pero eso no parece poner en jaque a la sociedad española.
Los sindicatos, plegados una vez más a los intereses del gobierno, andan deambulando entre escusas de lo más variopinto. Parecen no tener constancia del aumento de parados en la península Ibérica y por consiguiente, no muestran ni el más mínimo atisbo de movilización.
En cambio, nuestros vecinos franceses, están en plena ebullición. Los políticos hablan de posible revolución, los sindicatos ya han palpado la calle y los estudiantes y profesores andan inmersos en proceso de rechazo del plan privatizador de Bolonia.
Una vez más, el diario Público no se amilana ante la inquisición del stablisment y nos muestra cómo anda la situación Universitaria en la frontera norte. En el primero, Sarkozy intenta atajar la huelga de la universidad, sabiendo que esta es una llama que debe apagar sino quiere salir quemado. El segundo artículo, una entrevista a un profesor de la Sorbona que explica que el gobierno francés está intentando privatizar la universidad (el francés y el europeo).
La respuesta de la sociedad francesa a esta crisis viene determinada por su nivel de rechazo, por su crítica inconformista, por su posición no complaciente. Tomemos ejemplo para demandar una sociedad más justa, y comprendamos que las reivindicaciones, por muy lejos que parezcan, siempre acaban beneficiando a tod@s.
Los sindicatos, plegados una vez más a los intereses del gobierno, andan deambulando entre escusas de lo más variopinto. Parecen no tener constancia del aumento de parados en la península Ibérica y por consiguiente, no muestran ni el más mínimo atisbo de movilización.
En cambio, nuestros vecinos franceses, están en plena ebullición. Los políticos hablan de posible revolución, los sindicatos ya han palpado la calle y los estudiantes y profesores andan inmersos en proceso de rechazo del plan privatizador de Bolonia.
Una vez más, el diario Público no se amilana ante la inquisición del stablisment y nos muestra cómo anda la situación Universitaria en la frontera norte. En el primero, Sarkozy intenta atajar la huelga de la universidad, sabiendo que esta es una llama que debe apagar sino quiere salir quemado. El segundo artículo, una entrevista a un profesor de la Sorbona que explica que el gobierno francés está intentando privatizar la universidad (el francés y el europeo).
La respuesta de la sociedad francesa a esta crisis viene determinada por su nivel de rechazo, por su crítica inconformista, por su posición no complaciente. Tomemos ejemplo para demandar una sociedad más justa, y comprendamos que las reivindicaciones, por muy lejos que parezcan, siempre acaban beneficiando a tod@s.
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