Si en el primer artículo, la gripe A y sus consecuencias I y II, se hacía referencia a las implicaciones políticas, y no tanto, a la afectación sanitaria del nuevo virus, es interesante reflexionar al respecto de esta segunda incidencia, al margen de quien pueda salir ganando en toda esta ecuación.
Aunque parece que la virulencia de la gripe A no es mucho mayor (ver cuadro) que la de la gripe común, los grandes medios y el stablishment se afanan en crear alarma y desconcierto social. Lo que lleva a pensar que si esta nueva gripe no es tan agresiva como nos la pintan, ¿A qué vienen tantas prisas con la vacuna?
En un artículo del Dr. Joseph Mercol, sacado a la luz por Capitán de la sardina (recomiendo la lectura de todo el artículo), comenta que en Australia, donde el invierno ya ha empezado, la Ministra de Salud Nicola Roxon está tranquilizando a los padres diciendo que la gripe porcina no es más peligrosa que la gripe normal estacional. “La mayoría de la gente, incluyendo los niños, experimentarán síntomas muy leves y se recuperarán sin ningún tipo de intervención médica”, dijo.
A remarcar en el mismo artículo, sería lo que comenta acerca del escualeno, un compuesto añadido a la vacuna para aumentar (potenciar) la respuesta del sistema inmunológico a la gripe. Este adyuvante (mirar última definición del link), más concretamente el escualeno, reduce la cantidad de vacuna requerida por dosis, y el número de dosis por individuo. Los adyuvantes causan una reacción excesiva del sistema inmune a la introducción del organismo con el cual has sido vacunado.
Aparte de las prácticas mercantilistas con la salud de la población, sigue habiendo muchas dudas acerca de ,a efectividad de dicha vacuna, los plazos de experimentación y la velocidad con la que pretenden vacunar a la población. Lo mismo ocurre con su homólogo por vía oral: el famoso Tamiflu, el cual no es una vacuna, es un agente que disminuye la virulencia de la gripe, pero no es preventiva.
Es curioso que con este medicamento ya hayan surgido controversias en EEUU, Reino Unido y Japón. El 53% de los niños de tres escuelas londinenses que fueron tratados con Tamiflu como medida preventiva frente a la gripe A, sufrieron uno o más efectos secundarios, principalmente náuseas y pesadillas, según un informe oficial difundido este jueves por las autoridades sanitarias británicas.
El 18% de los que recibieron el tratamiento experimentó también “efectos secundarios neuropsiquiátricos”, como mala concentración, incapacidad para pensar con claridad, insomnio, mareos, confusión, pesadillas y “comportamientos extraños”, según lo definió la HPA.
Por otra parte, el suicidio de varios jóvenes y la muerte de al menos 38 niños en Japón tratados con oseltamivir, principio activo del antigripal Tamiflu, recomendado contra la gripe aviar, desató la alerta entre los farmacólogos independientes, que pidieron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que detuviera su recomendación de almacenamiento. Naturalmente no lo hizo.
Aunque de pasada y sin darle mucha importancia en los mass media (1,2), estas noticias se hicieron públicas. Como también alguna mención a que el tamiflu no sirve contra el H5N1, ¿Servirá el retroviral para el nuevo H1N1?
En este punto es inevitable preguntarse diferentes cuestiones. ¿Quién está ganando con todo esto?, ¿A qué viene toda esta alarma mediática? y ¿Qué es lo que pretenden con las vacunación masiva?
La primera pregunta no es difícil responder aunque se dejará para otro artículo, pero las dos segundas son más desconcertantes, dejando espacio para la duda acerca de las verdaderas intenciones de toda esta intoxicación, tanto mediática como sanitaria.
A nivel social, la manipulación y programación mediática son muy importantes para la aceptación del remedio. El video más abajo es una buena muestra de esa programación y aceptación de lo que nos quieren imponer, donde los presentadores remarcan y preparan el terreno de las emociones para la ejecución de ciertas políticas en un futuro.
Las intenciones que propugnan una vacunación masiva no auguran nada bueno, más, sabiendo de la urgencia de esta medida y de la poca diligencia que parecen tener las autoridades sanitarias al respecto de la vacuna y el tamiflu.
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2 comentarios:
Documental del 1979 del programa “60 minutos”, que fue prohibido después de ser emitido en televisión.
Explica como en 1976, el gobierno de EEUU, temiendo una pandemia de gripe porcina asustó a los ciudadanos americanos animándolos a vacunarse.
4000 ciudadanos que se vacunaron denunciaron posteriormente al gobierno de los EEUU por serias complicaciones supuestamente por haberse puesto la vacuna (muchos desarrollaron el síndrome de Guillain Barre, un trastorno neurológico que puede llevar a la parálisis e incluso la muerte). Existe documentación que demuestra como el CDC (Centro de Control de Enfermedades) conocía la posibilidad de desarrollar problemas neurológicos como resultado de la vacunación.
Solo 1 persona murió por la epidemia temida de gripe porcina.
Libro “Murder by Injection” de Eustace Mullins, explica como la medicina se convirtió en un negocio monopolista, el negocio del cáncer, del VIH, de las vacunas, etc.
http://www.youtube.com/watch?v=8mPl5jQyj_Q
http://www.youtube.com/watch?v=VzD-TvV8sM4
Gracias Anako por esta fantástica información.
Lo caolgaré en breve con tu permiso.
Seguimos en la brecha.
Un fuerte abrazo.
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