La gripe A y sus consecuencias IV

Antes de la llegada de la gripe porcina, anduvo en escena la famosa y olvidada gripe aviar. Durante los últimos años fuimos bombardeados constantemente sobre la nueva gripe, en el pasado aviar y ahora porcina. Esto pareció ser un buen caldo de cultivo en el ideario popular, dejando a reposar el virus a fuego lento, hasta que finalmente lo han comenzado a hervir de nuevo.

Después de aquel revuelo mediático y la incidencia en la opinión pública y política, gobiernos y naciones se lanzaron a la compra masiva de retrovirales Tamiflu, siendo el gran beneficiado el laboratorio Hoffmann-La Roche, y la empresa que lo inventó Gilead Sciences Inc.

Para mayor coincidencia, Donald Rumsfeld, partícipe en diferentes gobiernos con diferentes mandatarios en EEUU (Gerald Ford, Ronald Reagan y Bush Jr), fue presidente de Gilead Sciences Inc desde el 3 de diciembre de 1997 hasta hacerse cargo del Pentágono, en 2001 (¿casualidad o causalidad del 11-S?). Huelga decir que aún conserva su paquete accionario en dicha empresa. (Leer artículo completo)

Posteriormente, Gilead vendió los derechos sobre el Tamiflu a laboratorios Roche, cuyas acciones se vieron beneficiadas en la bolsa durante la epidemia de gripe aviar. Todo por un suculento 10% del total de las ventas hasta el 2016.

Cuando surgió la enfermedad que devastó los gallineros del Asia en 2005-2006, y causó gran mortandad en seres humanos, Donald Rumsfeld era el jefe del Pentágono, cuya “misión también consiste en promover experimentaciones bacteriológicas con fines militares”. De nuevo… ¿casualidad o causalidad?

En el histórico de Roche en bolsa (ver gráfico) se puede apreciar una paridad de mejora de resultados respecto a la influencia de la noticia en los medios (ver video más abajo). Y aunque las acciones de Roche llevaban un tiempo perdiendo valor en bolsa; pese a haber doblado su cotización desde la aparición de la gripe aviar; con la incursión de la nueva gripe A (la porcina) en Marzo-Abril, sus acciones no han vuelto a dejar de subir, aunque no han llegado a su pico máximo.

Vista la claridad en las relaciones políticas de estas empresas y sus redundantes beneficios económicos en materia gripal, lo que más inquieta son las verdaderas intenciones detrás de esta vacunación. Sabiendo que ya tienen todo el dinero que quieren, ¿Qué es lo que les lleva a implementar estas medidas sanitarias? Los fines no están nada claros, pero sí las intenciones.

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Polityzen en el diario el Mundo