Si bien la política es un engranaje indispensable para el sistema, dándonos la sensación de vivir en una democracia, el espacio resultante para la aplicación de las políticas, está estrechamente acordonado por las normas del sistema financiero. Dejando de lado esta cuestión y suponiendo que los políticos son los que manejan el sistema, es interesante fijarse en los comicios del pasado domingo.
Analizando los resultados de las elecciones al parlamento europeo, una de las primeras conclusiones a sacar en clave continental, es la pérdida del espacio político de la denominada izquierda gubernamental o socialdemócrata (aquella que se inclina ante los postulados capitalistas).
Los motivos de este descalabro pueden ser varios, pero uno que destaca sobre el resto, la contradicción de su base filosófico-política en contraste con las políticas socialdemócratas realizadas en los últimos años. Si bien la denominada derecha es consecuente con sus planteamientos políticos, la mal llamada izquierda, va de la mano de los ‘obreros’ mientras filtrea con los ‘banqueros’. Vamos, unos cuernos en toda regla. Esto podría explicar la desafección de los votantes socialistas.
Un foco de atención en estas elecciones es Irlanda, donde el voto es visto como una prueba clave antes de un segundo referéndum en la UE sobre el controvertido Tratado de Lisboa, que se prevé se celebrará en octubre. Los votantes irlandeses rechazaron el tratado el año pasado y hay muchos números de que vuelvan a repetir el mismo resultado.
Otro aspecto a destacar es el índice de participación, por debajo del 50%. Queda demostrada la desafección europea hacia un proyecto elitista alejado de los ciudadanos. Estas han sido las elecciones con menor participación a nivel europeo en toda la historia de la unión (ver gráfico por países). Aunque seguimos apoltronados en la buena vida, hay signos inequívocos de la crisis social, no tan solo económica, que vivimos en el momento actual.
La consolidación y aumento del voto de extrema derecha, parece deberse a que estos partidos políticos han sabido explotar el malestar de un sector social ante la “inseguridad” ciudadana y la política gubernamental en un sentido xenófobo y autoritario. La venta del miedo es una herramienta indispensable hoy en día en el ámbito político.
Por último destacar el escaño obtenido por el partido pirata en Suecia. Increíble resultado para un partido que pregona el intercambio libre de archivos a través de internet.
Analizando los resultados de las elecciones al parlamento europeo, una de las primeras conclusiones a sacar en clave continental, es la pérdida del espacio político de la denominada izquierda gubernamental o socialdemócrata (aquella que se inclina ante los postulados capitalistas).
Los motivos de este descalabro pueden ser varios, pero uno que destaca sobre el resto, la contradicción de su base filosófico-política en contraste con las políticas socialdemócratas realizadas en los últimos años. Si bien la denominada derecha es consecuente con sus planteamientos políticos, la mal llamada izquierda, va de la mano de los ‘obreros’ mientras filtrea con los ‘banqueros’. Vamos, unos cuernos en toda regla. Esto podría explicar la desafección de los votantes socialistas.
Un foco de atención en estas elecciones es Irlanda, donde el voto es visto como una prueba clave antes de un segundo referéndum en la UE sobre el controvertido Tratado de Lisboa, que se prevé se celebrará en octubre. Los votantes irlandeses rechazaron el tratado el año pasado y hay muchos números de que vuelvan a repetir el mismo resultado.
Otro aspecto a destacar es el índice de participación, por debajo del 50%. Queda demostrada la desafección europea hacia un proyecto elitista alejado de los ciudadanos. Estas han sido las elecciones con menor participación a nivel europeo en toda la historia de la unión (ver gráfico por países). Aunque seguimos apoltronados en la buena vida, hay signos inequívocos de la crisis social, no tan solo económica, que vivimos en el momento actual.
La consolidación y aumento del voto de extrema derecha, parece deberse a que estos partidos políticos han sabido explotar el malestar de un sector social ante la “inseguridad” ciudadana y la política gubernamental en un sentido xenófobo y autoritario. La venta del miedo es una herramienta indispensable hoy en día en el ámbito político.
Por último destacar el escaño obtenido por el partido pirata en Suecia. Increíble resultado para un partido que pregona el intercambio libre de archivos a través de internet.
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5 comentarios:
Muy bien definida la situación, me gustaría saber que media edad participa en las elecciones europeas, puesto que en las españolas la franja de edad es bastante alta...
Aún así, como van a motivar a la gente a votar con el sistema tan penoso que tenemos... que solo deja escoger entre izquierda y derecha, pudiendo tener partidos como colores hay... pues anda que no existen líneas de pensamiento!!!
La democracia es aburrida... izquierda o derecha... lo malo o lo menos malo...MENUDAS GANAS DE IR A VOTAR.
Hola Mario Abad, me gustaría saber en qué te basas cuando dices que la franja de edad es bastante alta en España. A mí también me lo parece y sería importante confirmarlo. ¿Hay datos publicados al respecto?
Gracias como siempre Markuko por tu espacio. Y ánimo a pesar de los pesares... como decía Goytisolo.
Sergio
Coincido con vosotros en que la franja de edad parece ser alta. Y digo parece porque no hay forma de comprobarlo públicamente de manera fidedigna. Quizás a pie de urna pero dudo mucho que haya datos ofiales al respecto.
En mi entorno casi nadie ha votado. Quizás sería una buena campaña estratégica para las próximas elecciones? Como escribe Saramago en 'Ensayo para la lucidez'...
Un abrazo y gracias por vuestros comentarios.
markuko, el gráfico que linkeas señala una clara tendencia global a la no participación en las elecciones europeas...
Pero habría que ver si ello no está englobado dentro de una tendencia a la no participación en cualquier tipo de elecciones "democráticas", nacionales, regionales y locales...como parte de un proceso sociológico no directamente relacionado causalmente con el "tema europa".
Por otro lado, el link solo señala las elecciones hasta 2004. Por tanto, no afirma directamente la sentencia de que éstas han sido las de más baja participación.
Markuko, buen trabajo, en todo.
Saludos
Kiyupow
Buenas Kiyupow,
Creo que la tendencia se puede extrapolar a todas las elecciones, pero seguramente es más acuciante en la europeas.
Como bien dices, el link solo señala hasta las elecciones 2004, pero también se han de contar estas elecciones. Lo que habría que comprovar si las elecciones eurpeas son cada cinco o cuatro años. Si es cada cinco, ya tenemos la tendencia. Por el contrario si fuera cada cuatro, algo ha fallado.
Gracias por tu comentario y ánimos
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