Si hace pocos días fue una monja la que nos advertía de las incongruencias de esta pandemia mediática, en este caso, es un teólogo el que nos advierte de otro tema muy peliagudo: la caída de las torres gemelas el 11 de Septiembre del 2001. (Ver video más abajo)
Poco a poco, cada vez más voces reconocidas, ponen en tela de juicio la realidad mediática, política, económica… en la que tod@s pensamos que vivimos, demostrando con hechos y pruebas la existencia de una realidad paralela alejada de nuestro conocimiento, aunque cada vez lo esté menos.
La palabra conspiración tiene mala prensa entre la opinión pública. Para no incurrir en este precepto inducido, sería bueno empezar a diferenciar entre lo que son hechos conspirativos (altamente demostrables) y teorías conspirativas (basadas en suposiciones).
Los hechos conspirativos tales como la estafa financiera, la gripe A o el 11-S, se basan en datos numéricos, pruebas científicas e investigaciones periodísticas, que acreditan de una forma real y lógica, una serie de premisas que invalidan, parcial o totalmente, la teoría oficial.
En cambio, las teorías conspirativas, pese a que algunas puedan ser ciertas, solo disponen de suposiciones para sostenerse su discurso, y no de pruebas para su total afirmación.Es normal entonces, dejarlas de lado hasta que no hayan mejores bases de investigación.
Ambas referencias a la conspiración son hermanadas en una sola, pese a su evidente diferencia. Ninguna de las dos vertientes conspirativas obtiene el beneplácito de los mass media, y por tanto, tampoco la capacidad de llegar a la masa crítica de la población. Es ahora con el desarrollo de la web 2.0 y la cada vez más evidente estafa a la que estamos sometidos (en la mayor parte de las facetas de la vida), cuando más y más gente se va rindiendo a la evidencia.
2 comentarios:
Markuko, un día de estos te propongo a la cancillería para que te den ciudadanía argentina!
Que pedazo de blog!
Saludos!!
(ya coincidiremos en algún lado)
Buenas Gustavo,
Gracias por tus ánimos y fuerzas. Esperamos arrojar un poco más de luz a todo este tinglado 'marionético'.
Un fuerte abrazo.
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