La gripe A y sus consecuencias

En estos días de intoxicación mediática, focalizada casi exclusivamente en generar alarma, es necesario afinar el análisis para discernir qué hay detrás de todo este tinglado informativo. ¿No parece haber un cierto paralelismo con el seguimiento mediático del 11-S?

Dejando esta reflexión a título individual, centrémonos en el virus de la gripe mexicana. El titular llegaba a la opinión pública el 24 de Abril del 2009. Cabe señalar que el día anterior saltaba otra noticia en los medios: ‘Investigan en EEUU la desaparición de tres frascos con muestras de un virus peligroso’. Aunque no parece tener relación, si más no, merece reseñarlo.

A partir de ese Viernes, la tensión mediática fue in crescendo, como también fue haciéndolo el nivel de alerta de la OMS, hoy en nivel 5 y mañana o pasado, lo más probable, en nivel máximo de alerta: 6. Con los mass media pasó lo mismo, de una breve mención informativa a copar las cabeceras de los noticiarios.

Muchas son las especulaciones sobre las intenciones directas que hay detrás de esta pandemia. Desde el enriquecimiento de las farmacéuticas (véase laboratorios Roche); pasando por una entrevista de radio en EEUU (12/04/2009), donde una funcionaria avisaba del transporte de material vírico con estrictas medidas de seguridad; hasta acabar diciendo que el virus es para acallar la opinión pública con respecto a las torturas y Guantánamo (lo dudo un poco más).

Aunque pueden ser plausibles algunas de esas teorías, quizás es estéril centrarse en eso ahora. La cuestión importante a tener en cuenta, radica en las consecuencias que tendrá en nuestra vida diaria la aparición de este virus, no tanto en la potencia de diseminación y afectación, sino en los efectos que tendrá en el conportamiento de nuestros políticos.

Las peligrosas implicaciones derivadas de esta pandemia, afectarán de lleno a cuestiones socio-políticas y se podrán ver en un futuro cercano: ¿Hermetismo fronterizo? ¿Más pérdidas de libertades? ¿Se nos viene encima un autoritarismo democrático?

Esta alarma social, y mundial, parece la escusa perfecta para implementar ciertas políticas represoras que hasta ahora parecía difícil desarrollar. Con las perspectivas de insatisfacción social provocada por la crisis, es fácil ver el planteamiento del teorema: ‘Ellos generan un problema, la sociedad pide una solución, ellos dan la solución’. No es difícil imaginarse quien sale perdiendo en esta ecuación...